¡Hola queridas Fridas Enamoradas!
¿A algunas de ustedes les han pedido ser la Dama de Honor? ¿Quieres hacer el mejor trabajo posible?
Aquí te tenemos 7 consejos que seguro te servirán como guía en tu proceso y ser la mejor en tu papel.
La dama de honor es como la asistente de la novia. Ayuda a planear la boda, se asegura que la novia cuente con el apoyo necesario y trata de que el trabajo de la novia sea más fácil. Toma en cuenta que es una gran labor que requiere de tu tiempo, esfuerzo y sobretodo tu paciencia.
Conviértete en una clase de asistente personal que está siempre ahí para ayudar cuando lo necesita. Haz solamente lo que ella te haya pedido y pregunta antes de hacer cualquier cosa, seguramente ella te lo agradecerá.
Pregúntale unos días antes de la boda si es que hay alguna posibilidad de liberar su agenda por un día. Llévala a algún Spa; haz que le den un masaje, facial, manicure y pedicure. Todo esto le hará volver a tierra otra vez y le quitará el estrés por completo para hacer de esta situación una experiencia más agradable.
No siempre la novia tendrá quién le ayude a tomar todas las decisiones correctas; de qué sabor será el pastel, qué centros de mesa escogerá, de qué color pintará sus uñas… la lista es interminable, pero será mucho más fácil de manejar cuando hay una persona extra para ayudar.
En los momentos de crisis y estrés, siempre habrá puerta para las dudas. Puede haber la posibilidad de que sus emociones estén más sensibles que nunca y esto la ponga a dudar sobre qué es lo que en realidad quiere. Desde la decoración de la boda o incluso hasta llegar a pensar que tal vez esta boda no sea la mejor idea; por eso es que tú estás a su lado, para acompañarla y ser su guía cuando más lo necesita.
Si los vestidos de las damas son feos, dile. Si la comida no es buena, dile. Si sus zapatos no hacen juego con el vestido, dile. Si está muy estresada para pensar con claridad, ¡dile y planeen su día de spa juntas! No importa qué tan duro pueda parecer en el momento, dale las razones correctas y plantéale otra opción, todo siempre con buen tacto… nunca sabes cómo puede reaccionar una novia estresada.
Nunca olvides que esta etapa se trata totalmente sobre la novia y que antes de tus intereses esta vez están primero los de ella, algunas veces esto significa ceder ante situaciones que tal vez no sean tus favoritas, pero todo sea por hacer que ella pase la mejor de las experiencias. Ser su dama de honor no sólo significa acompañarla un día de fiesta, sino ser su apoyo incondicional ahora que lo necesita.
Lo más importante de todo, las novias necesitan de un hombro para llorar cuando las cosas no le salen lo mejor posible. Tú tienes que ser esa persona que la tranquilice y sobretodo que la haga ver que todo es pasajero y de hacer de todo el proceso un rato agradable y divertido.
¿Qué tal? Ahora ya sabes cómo ser esa guía incondicional que toda novia necesita. Cuéntanos cómo ha sido tu experiencia como dama de honor. ¡Hasta la próxima!