En un rincón mágico donde el glamour de Los Ángeles se encuentró con el encanto del viejo mundo, tuvo lugar la boda de Karla y Rob en el impresionante Monasterio de Sant Salvi en España. Este lugar no solo es un escenario de ensueño, sino que también guarda un profundo significado para la pareja, convirtiéndose en el telón de fondo perfecto para un día que quedará grabado en sus corazones y en el de todos sus seres queridos.
Karla deslumbró a todos con un espectacular vestido que ella misma diseñó, una verdadera obra de arte que reflejaba su personalidad y estilo. Rob, por su parte, lució un esmoquin blanco de Maison Margiela Paris, aportando un toque atemporal que elevó aún más la elegancia de la celebración. La premisa de que todos los invitados asistieran de blanco creó una armonía visual impresionante, mientras que los detalles y la decoración, donde el rojo fue el color protagonista, añadieron un contraste vibrante y lleno de vida.
Fue fascinante observar cómo cada uno de los invitados, todos ellos artistas en sus respectivas disciplinas —filmmakers, bailarines, actores, cineastas, diseñadores—, se esforzaron por ser creativos a la hora de elegir su atuendo blanco. Esta singularidad y originalidad hicieron que la boda de Karla y Rob no solo fuera un evento, sino una auténtica celebración de la creatividad y el amor.
La ceremonia se llevó a cabo en el antiguo claustro, un espacio que rezuma historia y belleza. Allí, rodeados de sus familiares y amigos más cercanos, Karla y Rob intercambiaron votos sinceros en una ceremonia conmovedora, llena de emoción y lágrimas de felicidad. Cada palabra pronunciada resonó en el aire, creando un ambiente de amor puro que envolvió a todos los presentes.
Antes de que el sol se ocultara, los invitados, junto a la pareja, se dirigieron al photocall que Rob había diseñado especialmente para ellos. Este rincón creativo se convirtió en un espacio de risas y recuerdos, donde cada uno pudo dejar volar su imaginación y capturar momentos únicos. La alegría y la camaradería se palpaban en el aire, haciendo de esta experiencia algo inolvidable.
Cuando el día se transformó en noche, la celebración continuó con una elegante cena a la luz de las velas. Este ambiente íntimo y acogedor proporcionó el escenario perfecto para que los invitados compartieran historias, risas y brindis en honor a la pareja. La luz suave de las velas, combinada con la calidez de la compañía, creó una atmósfera mágica que todos atesorarán por siempre.
La boda de Karla y Rob en el Monasterio de Sant Salvi no fue solo una ceremonia; fue un verdadero cuento de hadas, donde cada detalle, cada mirada y cada risa se entrelazaron para crear un día lleno de amor y magia. Sin duda, este evento quedará grabado en la memoria de todos los asistentes como un testimonio del poder del amor y la belleza de la creatividad. ¡Felicidades a los recién casados!
Detalles
Fotografía: Cybele Buffile Fotógrafa @cybelebuffilefotografa / Venue: Monestir Sant Salvi @monestirsantsalvi / Wedding Planner: Ram a l’aire @ram_a_laire / Banquete: Caravan Made @caravan_made / Florista: Abeliaimel @abeliaimel / Maquillaje: Ksmmakeup @ksmmakeup / Peinado: @lucho_soriano / Vestido: Karla Yvette Miranda @karlaymiranda @ranchotailors / Sonido y Luces: Discomobil Sonoaccio @discomobilsonoaccio