¡Qué tal Fridas Enamoradas!
El planear una boda es mucho más que emoción y tardes de amigas eligiendo el color de sus vestidos; debemos de enfrentar la realidad, ya que no todo es miel sobre hojuelas como lo vemos en las películas de Hollywood.
Somos seres humanos, así que seguramente vamos a pasar por muchos obstáculos y hay muchísimas cosas que no toda la gente se atreve a decirnos después de que nos dan el anillo, todo sea por no bajarnos de nuestra nube de sueños y felicidad en la que a todas nos gustaría quedarnos.
Por eso es que hoy Frida Enamorada no se queda callada y se atreve a decirte todo eso que nadie nos quiere contar sobre planear una boda y, no es que queramos ser pesimistas, pero simplemente queremos que todas las parejas sepan que es totalmente normal pasar por todo esto y no por eso significa que el mundo se vaya a acabar.
1. Deberás de armar un plan financiero.
Primero, lo primero. Tendrán alrededor de un año para poner sus cuentas al día, escribir una lista de sus necesidades y hacer un presupuesto real para ver de qué manera conseguir el dinero. Pero no todo es estrés en esta etapa, esta es la oportunidad perfecta para poner todo en orden y empezar a construir un futuro estable como pareja.
2. Tendrás menos lujos.
Al menos que seas de la realeza o actriz de Hollywood, estamos conscientes que el querer tener la boda de nuestros sueños implica hacer ciertos sacrificios. Tenemos que salvar dinero, así que tendremos que minimizar los lujos y empezar a cambiar el café de Starbucks por el de la cafetería de la esquina y los viernes de cine por una noche de Netflix. Pero no desesperes, al final todos esos sacrificios tendrán su recompensa.
3. Tendrás menos vida social.
Con menos lujos también viene consigo menos vida social. Tendrás que disminuir todas esas salidas de fin de semana y cambiarlas por citas para conocer venues y probar banquetes. Quizás sea momento de empezar a cambiar las salidas con tus amigas al restaurant de moda por una taza de café y una buena platica en tu casa.
4. No tendrás todo lo que siempre habías soñado.
Seamos realistas, al menos que tengas todas las influencias del mundo, no todo va a salir como tú querías.
Tal vez para poder tener todo tal y como siempre lo soñaste necesitas contratar proveedores que están fuera de tu alcance económico o tal vez no hay ninguno cerca de ti que ofrezca lo que exactamente buscas, incluso habrá ocasiones en que los proveedores que siempre quisiste tener en tu boda no estén disponibles justamente en esa fecha. Tú y tu pareja tendrán que tener siempre la mente bien abierta y tener en mente más de una o dos posibilidades.
5. Discutirás con tu pareja.
Si ambos son mortales, esto es inevitable. Junto con toda la planificación habrá muchos momentos de tensión y estrés que pondrán en tela de juicio sus decisiones, no siempre estarán de acuerdo en todo y eso les hará tener varios desacuerdos. Pero recuerden siempre, esto no es más que una etapa más del proceso y estén conscientes de que a veces es mejor ceder que discutir por todo. Si son una pareja que en realidad se ama y se respeta, entonces todo esto les será de aprendizaje y hará aún más fuerte su relación.
6. Discutirás con tu familia y amigos.
Tu pareja no es la única persona que estará involucrada junto contigo en el proceso, por lo tanto no será la única con la que discutirás. Seguramente las razones por las que discutirás con tus seres queridos serán muy parecidas y habrá otras en las que se verán otros temas involucrados.
Pon las cosas en una balanza, visualiza el panorama y analiza lo que es más importante para ti, no siempre vas a poder complacer a todos.
7. Puede parecer que el mundo se pondrá en tu contra.
Las flores que tanto deseabas tener están fuera de temporada, la iglesia ya está ocupada en tu fecha y el vestido que soñabas vestir no está disponible en tu talla. Sí, es tu boda, pero la vida sigue y la demás gente seguirá con sus vidas, gente se enfermará, tendrá proyectos y saldrá de viaje. ¡Calma! esto no significa que todo está arruinado, hay que estar siempre conscientes de que no todo gira alrededor de ti y tu boda.
Todo esto les ayudará a ti y a tu pareja a poner las cosas en perspectiva y a preguntarse si en verdad vale la pena angustiarse y arruinar su momento por cosas que al final del día terminan siendo insignificantes. Recuerden la verdadera razón por la que están haciendo todo esto y no le resten significado por enfocar su atención a cosas que en realidad son superficiales.
8. No vas a complacer a todos.
Ya sean familia o amigos, siempre habrá quien quiera opinar, está bien que quieras considerar la opinión de tus seres queridos, pero recuerda que al final se trata de tu boda, así que tú y tu pareja son quienes terminarán teniendo la última palabra.
Aprende a decir que no y a no sentirte culpable al respecto, no tienes por qué rendirle cuentas a nadie. La realidad es que nunca tendrás contentos a todos y la gente para la que eres importante seguramente entenderá.
9. Vas a tener un nuevo trabajo de tiempo completo.
Si tú y tu pareja deciden hacer todo por su cuenta, entonces deben de enfrentar la realidad y empezar a aceptar que de ahora en adelante ambos tienen un nuevo trabajo de tiempo completo durante todo lo que dure su planificación.
Claro que el tiempo que inviertan depende de qué tipo de evento decidan tener, pero si el bocado es más grande de lo que pueden tragar, tienen que ser realistas y empezar a considerar que si no tienen el tiempo disponible, entonces la mejor opción para ustedes tal vez sea contratar a un/una Wedding Planner, van a agradecer toda la ayuda que estos profesionales son capaces de ofrecer.
10. Va a ser una de las mejores etapas de tu vida.
Sí, es muchísimo estrés. Pero relájense, tampoco es una pesadilla, así como tiene sus bajas, también tiene sus altas y éstas son mucho más grandes. Al final los buenos momentos son lo que convierte a ésta en una de las etapas más bonitas para una pareja.
En el proceso van a aprender muchísimo como pareja, van a fortalecer su relación y seguro conocerán aspectos nuevos que antes no conocían uno del otro. Si esto está destinado a ser, entonces va a terminar mejor que nunca. Y disfruten, ¡lo mejor está por venir!