Al entrar a Hacienda El Pedregal aquel día, el primer suspiro colectivo de los invitados fue inevitable: un mar de rojo vibrante inundaba el espacio, y con ello, una promesa de amor, fortuna y alegría.
Jing y Jeduan soñaban con una boda que fuera mucho más que un evento: querían una celebración que uniera sus raíces, su historia y su forma única de ver la vida. Jing, de ascendencia china, sabía que el rojo es símbolo de prosperidad y felicidad en su cultura, y no dudó en hacer de este color el corazón de su gran día. Desde el primer momento, quedó claro que esta no sería una boda tradicional.
En lugar del clásico vestido blanco, Jing sorprendió a todos luciendo un vestido rojo intenso, que no solo resaltaba su belleza, sino que hablaba con fuerza de su identidad y sus raíces. Cada detalle, desde los centros de mesa hasta los arreglos florales, se tiñó de esa pasión que el rojo representa. Era imposible caminar por el lugar sin sentir la energía vibrante que impregnaba cada rincón.
Jeduan, por su parte, aportó su herencia mexicana al evento. La pareja, que reside en Estados Unidos, eligió México no solo como el escenario de su boda, sino como un homenaje vivo a todo lo que representa para ellos: familia, calidez y fiesta. Jing se había enamorado profundamente de la cultura mexicana, y juntos soñaron este día como un puente entre dos mundos, dos sabores, dos corazones.
Acompáñanos a ver más de este día lleno de pura diversión y amor, capturada por Potts Wed, quien forma parte de nuestros Proveedores Recomendados.
Una de nuestras partes favoritas en cada boda es cuando la pareja se toma un momento para compartir su first look y Jing y Jeduan no dejaron pasar la oportunidad para compartir este momento tan íntimo, aprovechando para hacerse algunos retratos después capturados por Potts Wed.
La boda de Jing y Jeduan en Hacienda El Pedrega fue, en esencia, una fiesta al amor sin fronteras. Una celebración donde la tradición se encontró con la modernidad, donde dos culturas se abrazaron y donde, sobre todo, el corazón fue quien dictó cada detalle.
Y como dice la tradición china, rodeados de rojo, la buena fortuna y la felicidad no hicieron más que multiplicarse.
La comida fue otro de los grandes protagonistas. En una fusión deliciosa y simbólica, los invitados disfrutaron de un menú que combinaba lo mejor de la gastronomía china y mexicana. Desde dumplings hasta tacos, cada bocado era una pequeña celebración de la unión de sus culturas.
Pero más allá de los colores, de la decoración impecable y de los sabores, lo que realmente hizo de esta boda algo inolvidable fue la alegría palpable. Risas, abrazos, brindis interminables y una pista de baile que nunca se vació. Era como si el rojo no solo estuviera en las flores o en el vestido, sino también en la sangre de cada invitado, contagiando vida, amor y movimiento.
Detalles
Fotografía: Potts Wed @potts.wed / Wedding Planner: Dahn Wedding Planner @dahn.weddingplanner / Venue: Hacienda El Pedregal @haciendapedregal / Maquillaje: Lucy Muma Makeup Artist @lucymumabeauty / Arreglos Florares: Taller Olivo @tallerolivomexico