Andrea y Pedro son una pareja llena de aventura y emoción. Ella posee una mente creativa, espontánea y llena de colores, mientras él se pasea por las nubes gracias a su profesión como piloto aviador. Gracias a esta combinación son un par que no conoce los límites, llenos de alegría y amor, por lo que su boda fue un claro reflejo de ello.
La planeación de su gran día se llevó a cabo en medio de la pandemia, por lo que la llegada de la tan esperada fecha fue muy emocionante y con mucho valor sentimental, pues la boda se llevó a cabo en la casa de los padres de Pedro y su ceremonia civil dentro del taller donde su papá tiene una gran colección de autos de carreras, donde pasa mucho tiempo dándoles mantenimiento, así que fue el lugar perfecto para que Andrea y Pedro se unieran ante la ley.
La mañana estuvo llena de un paz silenciosa y si acaso el sonido de algunos animales de la propiedad y aves a la distancia. El aroma de los árboles citrícolas perfumaban la llegada a la casa donde Andrea pasó unos momentos a solas junto a Bimba, su hermosa perrita, mientras se arreglaba. Para complementar su look de novia decidió usar unos tenis para tener la máxima comodidad durante el día un sombrero rosa palo que combinaría perfecto con su estilo.
Momentos antes del first look entre Andrea y Pedro, él le envió una tarjeta emotiva, el intercambio de letras en las bodas es un gran detalle que usualmente ayudan a los novios a calmar los nervios o aumentar la emoción de al fin poder darse el sí.
Después del first look aprovecharon para tomar sus retratos de pareja y algunos acompañados de sus familiares y amigos. Por fin entraron al lugar de la ceremonia y ¡wow!. Entre coches y elevadores Andrea y Pedro estarían listos para su más grande carrera.
Un carrito de herramientas se volvió estrado y Christian, el maestro de ceremonias, nos hizo reír a todos contándoles anécdotas de la historia de los novios. Los invitados fueron testigos del enlace y hasta Bimba puso su huella en el acta (AMAMOS cuando incluyen a sus mascotas en el proceso de su boda)
Al finalizar, como buena boda mexicana y norteña brindaron con cerveza caguamita Carta Blanca, y se prepararon para dirigirse a su ceremonia religiosa donde una vez más se prometieron estar el uno para el otro sobre todas las cosas.
Después de celebrar por segunda vez su amor, regresaron a la casa de los padres de Pedro, donde drinks frescos esperaban a todos los invitados para ver el primer baile de los novios y empezar la fiesta.
Sin más ni menos, les dejamos las fotos de Rosalinda Olivares que hoy son prueba de la magia que se vivió aquel día y que capturaron perfectamente la esencia de Andrea y Pedro.
Detalles de la boda:
Fotografía: Rosalinda Olivares / Wedding Planner y Flores: Buma Weddings / Maestro de Ceremonia: Christian Cortes / Vestido de Novia: Karah / Venue: Casa del Novio