10 tips para mantenerte libre de estrés antes de tu boda
¡Qué tal Fridas Enamoradas!
Una de las cosas que más nos preocupan al planear una boda es el poder mantenernos en un estado mental saludable y libre de estrés. ¿Difícil? Sí, pero no imposible.
Y es que tal vez no logremos eliminar el estrés por completo durante esta etapa, somos humanos y es totalmente normal sentir el nervio de la anticipación tras planear un evento tan importante, pero si lo manejamos con cautela y aprendemos cómo manejar las situaciones estresantes de forma inteligente, sin duda ayudará a pasar un proceso mucho más calmado y que sobretodo podamos disfrutar, ya que ésta debe de ser una de las mejores etapas de tu vida.
Por eso es que hoy te damos 10 consejos que te ayudarán a permanecer libre de estrés antes de tu boda, recuerda que lo mejor está por llegar.
1. Evalúate
Hoy en día con el ritmo de vida tan agitado, es muy común que muchas de nosotras suframos de algún trastorno de ansiedad. Si es así, entonces ya tienes idea de qué precauciones tomar ante situaciones estresantes. Así que, prepárate y trata de evitar todas aquellas situaciones que ya sabes que podrían detonar alguna crisis, sigue tu tratamiento y no dejes de tomar tus cuidados habituales de tu día a día. En esta etapa las emociones están a flor de piel, por lo tanto nos volvemos más vulnerables, así que no descuidemos nuestra salud mental cuando más necesitamos de una mente despejada.
2. Medita
Con tantas cosas pendientes por hacer y en qué pensar (tomando en cuenta que tu vida entera está por cambiar) puedes sentirte totalmente abrumada. No te olvides de tomarte un descanso para despejar tu mente por completo, dedícate unos minutos al día para relajarte y hacer ejercicios con tu respiración, puedes hacerlo justo antes de dormir y así podrás ir a la cama con un estado mental mucho más relajado. Incluso puedes bajarte alguna app si no sabes muy bien cómo iniciar con eso de la meditación. Si no conoces alguna, quizás Calm puede gustarte, a nosotras nos funciona de maravilla.
3. Ejercítate
Bueno, si no has empezado tu rutina preboda de ejercicio , aquí te tenemos una buenísima razón para empezar a hacerlo. Ya que el ejercitarte tiene muchos efectos positivos no sólo en tu salud física, pero también en tu salud mental y emocional. Así que no esperes más e inscribite a tu clase de baile favorita o saca a pasear por las tardes a tu mascota, ejercitarte hará que tus niveles de endorfinas se eleven y hará que te sientas mucho más animada y que tu nivel de estrés se estabilize. ¿Acaso todo ésto no es justo lo que necesitamos?
4. Conéctate con tu pareja
Con la presión que conlleva planear una boda, es muy facil perder el contacto con tu pareja (por más irónico que parezca). Agenden citas juntos, ya sea una cena romántica de fin de semana o una noche de películas para pasarla en casa los dos juntos en un mood más relax. Si alguno de los dos tiene alguna preocupación acerca del gran día, aprovechen el momento para expresar sus dudas el uno al otro, la comunicación siempre es pieza clave para evitar malos entendidos.
5. Permítete sentirte nerviosa
Es de lo más normal que nos sintamos nerviosas justo en esta etapa. Nuestra cultura nos dice que al comprometernos todo debería ser miel sobre hojuelas, pero esa no es la realidad. De hecho, los nervios y las dudas siempre vienen de la mano con la emoción de prepararse para el gran día. Es normal e incluso saludable que nos cuestionemos si ésto es lo que en verdad queremos, no es una decisión que se deba tomar a la ligera y el que estés preocupada no quiere decir que no quieras casarte. Solamente asegúrate de estar consciente de tus emociones, contárselo a alguien de suma confianza y trabajar en ello para que no te consuma.
6. Escribe un diario del proceso
Escribir acerca de nuestras emociones puede ser terapéutico para muchas de nosotras y puede ser una manera de soltar todos eso que nos estábamos guardando. Al identificar que es lo que nos está molestando en el momento y bajarlo al papel, puede ayudar incluso a que todos esos pensamientos no se conviertan en ansiedad acumulada.
7. No le temas a pedir ayuda
Seamos realistas, al planear una boda no podrás hacer todo por ti misma por más que así lo quieras. Pide ayuda a tu familia y amigos más cercanos para lo que más necesites, desde hacer manualidades para tus centros de mesa, armar invitaciones o incluso algún aventón cuando lo necesites. Las manos y los favores nunca sobran y siempre se agradecerán.
8. Piensa en las cosas positivas
Bien, ya aceptamos que tenemos que ser realistas y que es totalmente seguro que algunas cosas no salgan como las planeamos, pero tampoco hay que ser fatalistas. Hay muchísimas cosas por las cuales estar emocionadas en todo este proceso, recuerda la verdadera razón por la que tú y tu pareja están haciendo todo ésto y que al final sólo se trata de un día, después de la fiesta tendrán toda una vida para seguir celebrando el amor que ambos se tienen y podrán recordar todo ésto como una de las mejores experiencias de su vida.
9. Visualízate en escenarios positivos
Claro que siempre nos vamos a visualizar en nuestro vestido y en medio de la fiesta, lo cual siempre es divertido de fantasear, pero también puede ayudarte visualizarte en situaciones del día a día que involucren todo este proceso. Por ejemplo, visualizate con tu pareja llendo a escoger las flores y disfrutando su olor, o imagínate todos los distintos sabores de pastel de bodas que tendrás la oportunidad de probar antes de elegir el definitivo. O quizás, adelantate un poco más y visualiza las conversaciones que tendrás con la familia y amigos que vendrán a visitarte y no has visto desde hace tiempo. Piensa en todas esas cosas que el planear una boda hace posibles y que tal vez no pudieras hacer sin la ayuda de todo este proceso. ¿Ves lo divertido que puede llegar a ser?
10. Consiéntete
El paso favorito de todas nosotras, ¿o no? Llegó la hora de consentirte con un masajito, un facial o hasta una sesión de mani y pedi en casa, no sabes las maravillas que todo ésto hace para regular tus niveles de estrés. Cuando todo se torne díficil no pienses en ésto como una indulgencia, piensa en que es totalmente necesario para mantener el balance y tu energía recargada. Si no puedes darte el lujo de gastar en un spa, entonces llena la bañera de agua tibia o ambienta tu cuarto con velas y aceites esenciales, seguro hará que tu estrés se quede atrás.